El cambio en las organizaciones
En el tiempo que nos encontramos, el cambio es
parte de la vida cotidiana; o, mejor dicho, el cambio es el distintivo de la
vida actual y quien se resista quedara inevitablemente fuera del sistema. Con
distintas intensidades, los cambios llegan y trastocan los sentidos, hábitos,
valores, gustos, y por lo tanto los mercados.
El cambio es considerado como todo aquello, que
se modifica en el entorno, y está fuera de nuestro control, que llega a nuestro
ambiente, es el resultado de una innovación realizada por alguien o el azar.
Los cambios son inexorables aun donde la
tradición parece tener mayor arraigo. Por lo tanto, solo resta medir el efecto
de las transformaciones y responder a ellas, para hacerlo en forma certera,
conviene identificar sus cualidades distintivas:
ü VELOCIDAD: rápida
transformación del mercado.
ü DIRECCION:
Todas las transformaciones dejan un claro aprendizaje: el cambio no va en una
sola dirección. También puede modificar su sentido e ir hacia atrás,
reposicionar un producto que parecía destinado al olvido, o directamente
cambiar de rumbo. Los cambios son multidireccionales.
ü ESTRUCTURAL O COYUNTURAL: si es difícil prever los efectos que provocará un cambio, también
resultará complejo discernir la profundidad de una transformación. Las
alteraciones no siempre son estructurales; sus consecuencias no siempre son
definitivas y, en muchos casos, esos cambios son en realidad simples
turbulencias de corto plazo.
Sufrir los cambios o aprovecharlos: esa es la
disyuntiva que se enfrenta a la hora de tomar una decisión ante situaciones de
incertidumbre y enfrentar resistencias. Para disfrutar de la segunda opción, es
necesario entender los fenómenos transformadores que se producen en el mercado
y en las organizaciones, a su vez en las personas mediante fenómenos sociales y
psicológicos.
La transformación que lleva a lo nuevo es
compleja, y si tiene éxito, quienes son su objeto van sufriendo mutaciones en
su relación con la innovación propuesta hasta llegar a comprometerse con ella.
Hay dos impulsos fundamentales que gobiernan ese recorrido y durante todo el
trayecto y actúan como fuerzas contrapuestas: una de ellas facilita la
aceptación del cambio; la otra, frena su desarrollo.
La primera es la neofilia, un impuso psicológico de fascinación por lo nuevo.
Arrastra hacia la aceptación de lo nuevo.
La segunda es la neofobia, la aversión por la novedad. Arrastra hacia la oposición
al cambio.
Ambas colisionan entre si durante todo el ciclo
de desarrollo de un cambio. El tránsito entre estos 2 polos, suele no ser
lineal.
Uno de
los modelos más aceptados para representarlo es el de “la curva de cambio”
creada por Elizabeth Kubler Ross y perfeccionada por Dennis T. Jaffe y Cynthia
D. Scott. Muestra las etapas ideales de un recorrido hacia el cambio.
La curva del cambio tiene 4 fases: negación,
resistencia, exploración y compromiso.
El objetivo de quien impulsa la innovación, ya
sea en el seno de una organización, o en un segmento del mercado, es que la
negación inicial se convierta en compromiso al final del proceso. Quienes
buscan impulsar la transformación tienen la tarea de disminuir el temor al
riesgo de adoptar lo nuevo.
Las cuatro fases de resistencia al cambio se
producen siempre que se propone algo nuevo. Frente a este fenómeno universal,
la gestión de la innovación es imprescindible. La gestión exige, en el nivel de
los negadores, información, orientación y exposición al fenómeno. En el de los
resistentes, argumentos positivos, que ataquen las causas reales, no las
manifiestas, de las resistencias. En el de los usuarios, precoces, todas las
herramientas, posibles para facilitar la experimentación con manipulación de
productos o situaciones nuevas y por último en el de los comprometidos, allanar
el acceso al compromiso por medio de financiación, y facilitar la distribución
y el cuidado de ese vínculo recordando las ventajas de lo nuevo.
El análisis de los desafíos que puede presentar
cada uno de estos cuatro grupos llevara a analizar una variable fundamental a
ponderar si se pretende medir cualquier proceso de innovación: el costo total
de la adopción del cambio. Surge de consolidar la suma de acciones que se
deberán impulsar para sostener la adopción de una innovación.
Algunas serán modificaciones operativas; otras,
culturales. Serán diferentes si se trata de impulsar un cambio en una
organización, o el lanzamiento de un producto al mercado. Pero todas tendrán un
costo.
Integración de conocimiento
La gestión del conocimiento no solo tiene que
ver con la distinción entre los varios tipos de conocimiento y sus
interacciones, sino también con la interdependencia especifica entre conocimiento
y contexto organizacional, por tanto, el cambio del perfil organizacional,
afecta profundamente las reglas de la gestión del conocimiento.
La ventaja competitiva de una empresa, radica
en su conocimiento propio idiosincrásico, difícil de imitar y puede extenderse
más allá, por ejemplo, mediante fusiones, alianzas o cuando una empresa quiere
integrar conocimiento entre sus diferentes unidades de negocio.
La
gestión del conocimiento tiene dos desafíos:
1.
Como
gestionar el nuevo conocimiento genuino
2.
Como
compartir el conocimiento y que proceso de aprendizaje desarrollar
Al analizar e implementar los procesos de
integración de conocimiento, deben considerarse 2 aspectos:
a)
Las
características del negocio y de la organización, perfilan la importancia del
nivel corporativo.
b)
La
tradición, cultura, recursos y capacidades varían ampliamente entre empresas
Así mismo como la compatibilidad y la
viabilidad de un plan de integración de conocimiento y en consecuencia, el
planteamiento de gestión más adecuado.
Tipos de conocimiento
Explicito – individual – externo
Colectivo – implícito – interno
Aprendizaje y tipos de integración
Está claro que integrar piezas de conocimiento
de diferentes tipos, da lugar también a procesos distintos, cada uno con su
grado de dificultad, consecuencia de la exigencia de los correspondientes
esfuerzos de aprendizaje y la compatibilidad de las piezas de conocimiento a
integrar y desde la implementación, la preparación de los individuos y los
grupos involucrados.
Pueden darse los siguientes casos:
Procedure Sharing: las dos unidades de negocio tienen
una pieza de conocimiento común, en sus respectivas bases.
Culture sharing: se esperaría la integración de dos
piezas de conocimiento interno diferentes.
Profesional Sharing: si las piezas que se quieren
integrar son externas, pero no del mismo tipo.
Es importante enfatizar la naturaleza colectiva
e implícita de la mayoría de conocimientos que involucra un proceso de
integración y diferenciar el aprendizaje por exploración (conocimiento
compartido) y el aprendizaje por explotación (mejoras en procedimientos y
rutinas ya existentes).
Trayectorias de integración
El concepto de trayectoria de integración parte
de una simple idea útil en la planificación e implantación de esfuerzos de
integración de conocimiento y se especifican tres tipos de proceso de
integración o trayectoria de integración.
Easy first: procediendo de fácil a difícil,
tratando de acercar a los individuos involucrados poco a poco a medida que se
desarrolla el proceso. De esta forma se empieza la integración por los
conocimientos externos y luego pasamos a la integración de los internos.
Core first: las empresas comparten una misión y cultura similar por lo
cual es mejor empezar por la integración de los valores centrales y continuar
con actividades de integración mas periférica.
Culture importing: alternativamente el proceso de
integración puede empezar con la parte central y alternativamente y seguir el
contexto de las unidades solamente.
En términos de trayectorias de integración, se
obtienen 2 ventajas:
Considerar los tipos de conocimiento
involucrados en el contexto del conocimiento base de las unidades a ser
integradas.
Que problemas provienen de las relaciones que
uno necesita desarrollar entre los individuos, grupos o involucrados, tendrán
encaminados los esfuerzos de un plan de integración, tomando en cuenta los
aspectos específicos de cada organización y de eso generar los correspondientes
esfuerzos de aprendizaje para que la integración deseada ocurra.
Modelo de aprendizaje:
el modelo de
aprendizaje es un proceso resultante
de la interacción de los componentes de conocimiento para resolver problemas ya
sea a nivel individual o colectivo, en dos etapas; en la primera se identifica
el problema o situación insatisfactoria y en la segunda se diseña un plan de
acción para resolverla.
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